En «Que Visitar en Mallorca» os llevamos hasta una bodega familiar, pero no de vino, sino de Brandy. Vamos a conocer la historia de una bodega bien antigua, visitar su bodega y sumergirnos en la cultura del brandy, en una empresa familiar, 100% de Mallorca.
Nuestra visita a Bodegas Suau fue el 28 de enero de 2015 con el grupo de Winter Activities, y contamos con una anfitriona de excepción, Margalida, quien durante casi dos horas tuvo la amabilidad de contarnos multitud de detalles sobre la bodega y el brandy, para hacernos sentir como si estuviéramos en casa. Desde aquí nuestra más sincera gratitud por tu tiempo y amabilidad.
En este post vamos a intentar resumir nuestra visita a Bodegas Suau, y conocer algo más de una bodega de nuestra isla, que cualquiera de vosotros puede visitar.
La historia y origen de un sitio es siempre algo esencial para conocer mejor el lugar donde vamos, y para entender su filosofía, es una manera «de ponernos en antecedentes», y sin duda Bodegas Suau tiene una historia más que interesante:
Bodegas Suau fue fundada por Don Juan Suau i Bennaser, capitán de la marina mercante española y comerciante, que tenia el barco “el Mallorquin” (uno primeros barcos mixtos de vapor y vela comerciales españoles) quien en 1845 compró 6 alambiques, y se fue a Cuba, así que bodegas Suau empezó a destilar en Cuba, y no brandy sino ron, anisados y otros licores típicos del Caribe.
En uno de sus viajes a Mallorca se enamoró de la hija única de un mallorquín vinculado quizás, desde dos o tres siglos antes, al negocio de los licores tanto en España como en América, a la que pidió en matrimonio, lo cual le fue concedido, pero con 2 condiciones:
Y así, después de aceptar esas condiciones, en 1851 se instala en la zona del Paseo marítimo donde prosigue con su negocio, para después trasladarse a un lugar cerca de la plaza de las columnas, en la barriada de La Paloma, cuyo nombre proviene de uno de los licores que allí elaboraban. Se trataba de un anís, que se llamaba “La Paloma”, y resulta que en la parte superior del edificio había una escultura de una paloma, de ahí el nombre.
Fue hacé unos 70 años cuando se desplazaron al actual lugar, y poco a poco de fueron dejando de producir muchos de los licores, para concentrarse en únicamente dos: el brandy y las hierbas, si bien en los últimos años han recuperado la producción del gin, gracias al auge de este destilado en los últimos años.
El edificio donde encontramos bodegas Suau es un edificio catalogado, de finales 1800, hecho por Eusebio Estada, el mismo ingeniero que hizo el tren, y una serie de fábricas, entre ellas esta que estaba separada por la vía del tren. En el lado donde se encuentra la bodega era una harinera de trigo, y en la otra de algarrobo. En aquellos tiempos, la harina se molía en la fabrica, con el tren se llevaba a la plaza de España, con metro al puerto y se exportaba.
Bajamos sus escaleras, y nos encontramos en la bodega, en la que encontramos 4 pasillos con barricas de roble americano de diferente antigüedad, paredes ennegrecidas y 380000 litros de brandy! Adentrarse en esta bodega, es cómo sumergirse en otro mundo, el cual descubrimos gracias a las explicaciones de Margalida.
El brandy es un destilado de vino blanco, un vino blanco destilado 2 veces, rebajado con agua (pues el vino blanco destilado alcanza 70 grados), y guardado en barrica roble. Normalmente 99% fabricantes añaden azúcar en caramelo al principio, para dar dulzor y color. Al salir al mercado en brandy Suau tiene unos 37 grados.
La historia y origen del brandy es también más que peculiar, pues su origen se remonta a los árabes, que introdujeron alambiques con los que destilaban con fines médicos y de conservación, si bien son los franceses quienes empezaron a destilar y comercializar el producto pero no hasta siglo 17.
En la región francesa de Cognac tenían mucho vino blanco destilado malo, que los holandeses decidieron destilar, y obtener alcohol de 40 grados, algo mejor y más fácil de vender, y lo comercializaron. Más tarde Inglaterra puso un embargo al producto francés, y los franceses se quedaron con mucho producto con el que no podían hacer nada, por lo que decidieron guardarlo en barricas, y con el tiempo vieron que ese alcohol no vendido empezó a coger sabores de la madera, cambiar color, y se espesaba.
Fue a finales del siglo 17 cuando se destiló por 2 vez, cuando un caballero tuvo un mal sueño: soñó que el diablo le hervía dos veces para tener su alama, y el decidió destilar 2 veces para tener alma del cognac. A finales de 1900 se decidió dar el nombre certificado de Cognag, que es solo el brandy de esa área de Cognac. El resto se llama brandy, cuyo nombre proviene de los holandeses que vendían ese alcohol al que le llamaban brandin, que es la traducción de brandy quemado, y que derivo en brandy. (No olvidemos que para destilar se quema, es vino quemado).
El vino blanco destilado llega desde la península, se rebaja con agua osmotizada, y se almacena al inicio en unos depósitos de madera con capacidad para 10000 litros. Desde allí, pasará a las diferentes barricas/ botas de roble, que veremos organizadas en forma de pirámides, siguiendo el método de criaderas y soleras.
Periódicamente se saca un porcentaje del contenido de cada una de esas «botas» para rellenar otras. En concreto suelen disponerse las «botas» en tres alturas. De las botas inferiores (las colocadas directamente en el suelo, o «soleras») se saca aproximadamente un cuarto de su contenido para consumo (a esta operación se le llama «saca»), y es el brandy más viejo de 15 años. De la bota de altura intermedia («criadera») se saca la cantidad que falta en la inferior y se rellena. Y de igual modo la superior («criadera») con la intermedia, y a estas operaciones se les conoce como «rocío». La superior se rellena con vino nuevo que proviene del deposito con capacidad para 10000 litros. Con este procedimiento se consigue mantener las características (de sabor, aroma y color), idéntica calidad y cualidades de cada marca.
Con este sistema, dependiendo del número de fases, en 40-50-60 dias vuelves a tener brandy 15 años en la solera inferior, porque el 70% es vino madre que es lo que dará su carácter al 30% que introducimos de la criadera intermedia. Además, continuamente hay que ir revisando las barricas, pues hay mermas de brandy, ya sea por evaporación o porque la madera va «bebiendo» ese brandy.
Nos contaba Margalida, que hay distintos tipos de roble, los cuales dan diferentes aromas, el de Suau es americano que potencia los sabores de leña, chocolate, café, canela. Como curiosidad, todas las barricas que tienen están llenas, porque sino se rompen. Resulta que los remaches no entran en la madera, la cinta la sujeta como una faja, si se vacía, la madera se seca, se encoge, y la barrica se desmonta.
En las barricas mas nuevas tienen el brandy mas nuevo, porque la barrica nueva aporta mas aromas, lo que es necesario en el brandy joven, mientras que las barricas más viejas mantienen su estructura y carácter.
En las bodegas de vino, las barricas duran 3 años, en las de brandy duran mas, según Margalida «hasta que se rompen». De hecho nos cuenta, que puedes comprar barricas nuevas o barricas reutilizadas, que en las tonelerías han sido desmontadas, acuchillado el interior y tostado. Lo que se conoce cómo «de segunda mano».
Al parecer antes de la bodega de brandy, en el edificio había una bodega de vinos, que tenia unas sacristías o capillas, que eran depósitos de cemento con un orificio para extraer o introducir vino en la parte superior. En bodegas Suau decidieron abrirlos, y colocar sus barricas, y así econtramos:
Una de las partes de la visita que más nos gusto fue esta. Fue en 1989, cuando Angel Zuasti, antiguo técnico de la bodega ya jubilado, tuvo la idea de la fundación del Club Suau, un club privado que lo llamamos de “Amigos de Suau”.Cada uno de ellos compra una barrica de 32 litros de capacidad. El brandy es suyo pero se queda en la bodega pudiendo el socio sacar 8 botellas al año porque es lo máximo para que con el sistema de soleras el brandy envejezca cada año, luego se rellena siempre con brandy 15 años. El socio cada año bebe brandy mas viejo, pero sigue pagando el precio de brandy de 15 años. Las botellas salen personalizadas, y puedes escribir lo que quieras en la etiqueta, las hay de particulares, de empresas, de restaurantes… hasta de un lord inglés o del Govern Balear.
Actualmente son 450 socios, y no hay sitio para más! Así que si quereis formar parte del club, la única opción es esperar una «reventa», o que alguien deje de pagar su barrica, entonces por + o – 1500€ tendreis vuestra barrica, a la que debeis añadir un gasto de 30€ anuales en concepto de mermas, y cada botella extraída tiene el coste del brandy de 15 años.
Bodegas Suau nace en Cuba, y esta sala “es un brindis al descubrimiento de América, y al origen de Suau” con una barrica por cada país Americano con su nombre y bandera. Al hacer la sala se hizo una fiesta, y los dos primeros años se mando gratis a la embajada de cada país americano unas botellas del brandy de su barrica, pero se les recordó obligación de pagar mermas anuales, y si querían botellas el coste de la botella, pues no todo puede ser siempre gratis. Nunca se obtuvo respuesta ni pago, por lo que esta sala no funciona como tal, sino que pertenece a Suau, y se ha mantenido por ser una zona bonita de la bodega, y es donde esta la chimenea!
Como hemos dicho, originalmente el edificio era una fábrica de harina, y el grano se guardaba en la bodega. La chimenea era para la ventilación bodega, porque el grano guardado en sitios cerrados produce vapores tóxicos. Ahora en la bodega Suau podemos recorrer un gran túnel 30 metros que comunica bodega con chimenea.
La última parte de la visita nos lleva a la parte más moderna del edificio, donde encontramos una sala para eventos y catas, un museo y la tienda donde podemos realizar compras de los productos que actualmente tienen, que son brandy de 15 años, 25 años o 50 años, hierbas, ginebra y brandy con naranja (tipo Grand Marnier). Por cierto, comentar que ahora la normativa ha cambiado, y ya no se va a poder decir brandy de 15-25-50 años sino reserva, reserva especial…
Los más de los 200 años de historia de las Bodegas Suau han hecho que con el paso del tiempo se hayan ido recopilado piezas clave de la historia de la producción de bebidas alcohólicas, consiguiendo así una gran cantidad de objetos como alambiques, depósitos, maquinaria y utillajes antiguos de la bodega, botellas antiguas de productos descatalogados y mucho más. Todos estos objetos se pueden ver en su museo.
Quizás fue lo único que nos faltó, pues no hicimos ninguna cata, pero Margalida nos explicó cómo es una cata:
Obviamente esto en pocas palabras, pero seguro que si buscas en google encontréis un buen link 😉 como este. En este link de la web de bodegas Suau podéis ver notas de cata.
Lo que hace que un brandy sea mejor o peor que otros es basicamente la destilación de ese alcohol de vino (no tanto su origen), y la pureza (mayor o menor) de lo obtenido, en consonancia con su precio. Al respecto del precio decir, que los impuestos del alcohol son altos, y van en consonancia con el volumen y la graduación, pagando una botella de brandy de 70cl unos 2,30€, así que imaginemos la calidad de ese brandy que vemos en grandes superficies a 5-6€ la botella.
Luego tenemos la barrica, y el sitio donde se elabora con sus condiciones de temperatura, humedad, ruído… y todo ello viene a una razón: lo que hace especial esta visita, es la pasión que transmite Margalida, que es una de las dueñas, su amabilidad, su dedicación y tiempo, y eso ya nos dice el amor que le ponen en elaborar un gran producto, que además tenemos la suerte que sea de aquí, de Mallorca, lo que debe hacer sentirnos a todos orgullosos, pues esta isla ofrece mucho más que sol y playa.
Os invitamos a visitar Bodegas Suau, y a descubrir su brandy, a buen seguro no os decepcionará!
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