Hoy en «que visitar en Mallorca» hablamos de producto de gastronomía, y para ello nos vamos hasta el pueblo de Consell a visitar las viñas y la bodegas Ribas, para terminar catando sus fabulosos vinos.
Tuvimos el placer de hacer esta visita gracias a las gestiones de Teresa de unaarjoneraenmallorca.com y contamos con una guía de excepción, Silvia de las bodegas Ribas que nos organizo la visita y una cata. Valga para empezar nuestras gracias a ambas por su amabilidad y buen hacer.
Las bodegas Ribas de Consell son las más antiguas de Mallorca con más de tres siglos de historia, y la tercera de España, siendo la actual generación la décimo tercera.
Pedro Ribas de Cabrera, antepasado de los actuales propietarios, comenzó en el año 1711 la construcción de la bodega. Desde entonces se ha elaborado vino en Can Ribas, y éste ha ido ganando reconocimiento año tras año. Hoy compartimos como es la visita a estas bodegas.
Empezamos nuestra visita con la visita a las viñas de la bodega que se encuentran a las afueras de Consell. Se componen de 40 hectáreas, y lo más curioso es que están juntas, pues normalmente en la mayoría de bodegas se encuentran en diferentes parcelas.
Hay unas 160000 plantas, que producen unas 130-150mil botellas, resultando en un rendimiento de un kilo y medio de uva por botella (casi una botella por planta) lo que por sí solo habla del compromiso de esta bodega con la calidad. En la foto podemos ver algunas de las viñas más viejas, que tienen unos 65 años de edad, y sus raíces se infiltran en la tierra unos seis diez metros. Espectacular¡
A raíz de la foto, Silvia nos cuenta lo importante que es el terreno como este, con un importante drenaje que impide que la humedad quede en las raíces. También nos dice que sus vinos son 70% ecológicos pues no utilizan pesticidas y que la vendimia es a mano.
Proseguimos la visita en la bodega donde Silvia nos explica como es el proceso al llegar la uva a la bodega, con una doble selección de la uva, la primera para quitar hojas y ramas, y la segunda para seleccionar las uvas. Después irá a la prensa neumática, y se almacenará en depósitos de acero inoxidable el vino blanco, y el vino tinto a depósitos de cemento pues les permite conservar mejor el sabor (al no haber residuos de acero) y un temperatura térmica más constante.
En la sala de fermentación, «la cocina de la bodega» en palabras de Silvia, el vino blanco permanece unos 40-60 días, y el tinto unos 60″días. Después irán a las barricas donde se hará su crianza hasta que les llegue la hora de embotellar para poner a la venta. Al respecto, el 40% de la producción va a Mallorca, el 10% a la península y el 50% al extranjero! mayoritariamente Alemania y Suiza.
Destacable señalar en la sala de barricas, una «bota congrenyada» utilizada hace 200 años para almacenar vino, y consideradas hoy en día patrimonio de Mallorca.
Para terminar la visita lo hicimos con una cata de tres de los vinos de la bodega en la casa señorial del siglo 18 que se ha mantenido como era originalmente, (pulsando sobre cada vino, lo enlazó a un Link con información del vino):
Decir que estos dos vinos proceden de las mismas uvas, pero el Sio viene de viñas viejas (el otro de viñas jóvenes), y tiene doce meses de barricas (el otro ocho meses).
Lo de vinos va por gustos, y de hecho en nuestro grupo cada uno tuvo diferentes preferencias, pero todos tienen una característica común: estaban fabulosos! Personalmente, me quedo con el Sio.